24.12.07

¡Es la plusvalía, estúpido!

"creo que los medios ocupan hoy en la región un lugar que antes ocupaban otros sectores respecto de ser los que tratan de condicionar a los gobiernos de signos políticos populares democráticos"
Cristina Fernandez de Kirchner

Joaquín Morales Solá suele hacer malabares que lo llevan de lamentar el maltrato a la prensa por parte de los K a admitir que "No hubo en su mandato ningún acto institucional (persecusión policial, decreto o proyecto de ley) que afectara directamente a la liberad de prensa", si bien acto seguido, en el mismo párrafo, parece mostrar cuál es el motivo de tanto celo en la defensa de la libertad de prensa: "Sólo les aplicó su código inmodificable: el dinero de la publicidad oficial es nada más que para los amigos".
Pero esa es la capa superficial, nomás. El trasfondo profundo de esos choques pasa por otra parte. Como el mismo JMS decía hace ya tiempo, "El problema consiste en que la prensa se le mete en el medio. [Kirchner,]Innecesariamente, ha decidido competir con el periodismo por el control de la opinión pública. Ese es el conflicto de fondo"
¿Y a qué obedecerá tan aguerrida defensa del control de la opinión pública por parte de este heróico "periodista"? Bueno, cierta pista nos dá por acá: "Kirchner es un hombre de tácticas cortas; la estrategia es casi un naufragio del tiempo para él. Un hombre tan apegado a la conducción personal no podía dejar vigente en el país la ley de la oferta y la demanda. La derogó de hecho. Es el Estado, según él y algunos de sus asesores, el que debe fijar la renta justa del capital y distribuir la plusvalía. El método requiere de un cambio constante de las reglas del juego y compromete la seguridad jurídica. Perjudica, sin duda, las inversiones, pero eso refiere ya a la evanescente estrategia".
O sea que todo se reduce a la defensa de la plusvalia de su empleador o habilitante, un matutino que integra el grupo de empresas que en conjunto factura 200.000 millones de pesos y en cuya principal organización funge como vocal su patrón Julio César Saguier.
Esto, amigos, es todo. Nada más ni nada menos.

1.12.07

La victoria contundente de Cristina Fernández de Kirchner con el 45,29% de los votos y más de 22 puntos de ventaja sobre el segundo, expresa el respaldo mayoritario de los sectores asalariados, de los profesionales, de la pequeña y mediana industria, de la clase media y baja como así de las capas más empobrecidas de la sociedad que sufrieron en carne propia las políticas socio-económicas de la década del 90 y principios del 2000. Es un voto de confianza a lo realizado hasta ahora, pero fundamentalmente es una exigencia esperanzada de profundización de medidas que tiendan a una mejor redistribución del ingreso y a seguir bajando los índices de pobreza a través de trabajo para todos.
Claro, cumplir con estas exigencias no es gratutito. Parece comprenderlo la presidenta electa cuando dice (la bastardilla es nuestra):
No me parece representativo, ni democrático, ni republicano intentar representar al cien por ciento. Es una de las principales cuestiones que se están planteando en Europa, la indiferenciación de proyectos incide en el desapego a la política. (…) Institucionalmente represento a todos los argentinos, soy la presidente, es claro. Pero no voy a poder representar “lo que todos quieren” porque la representación de intereses no es lo mismo que la institucional. Sobre todo en economía, las decisiones en economía no son neutras. (…) Lo que tengo que buscar son las decisiones para que la mayoría de los argentinos viva mejor porque, en definitiva, también los demás recibirán beneficios en otros aspectos, por ejemplo en la calidad de vida. La modificación de la distribución del ingreso puede restarles algo pero les conviene vivir en una sociedad integrada, sin ghettos.

¿Por qué no te callas?

Quinientos quince años atrás, los conquistadores provenientes de Europa llegaron a nuestras tierras y a sangre y fuego esclavizaron a los pueblos. Asesinaron a millones de habitantes y saquearon todas sus riquezas mediante las cuales solventaron el desarrollo económico de lo que hoy conocemos como el “Primer Mundo”.
Hoy, 2007, el insolente llamado a silencio no es ni más ni menos que la secuencia lógica de aquellos procederes y conductas de dominación, expresada ahora a través de empresas multinacionales que exportan las riquezas extraídas a costa del hambre y miseria de las mayorías latinoamericanas.
La drástica orden de callarnos nos rebela, tal como sucedió con nuestros ancestros.
Hoy, cercanos a los 200 años de nuestra primera epopeya patriótica de emancipación, se están creando las posibilidades de encarar la segunda y definitiva etapa que siente las bases sólidas de una creciente cooperación regional, política y económicamente libre y soberana que actúe en beneficio de sus pueblos.
Desde aquí, en un marco abierto al disenso, en la búsqueda plural de ideas que aporten al desarrollo del modelo de país insertado en la realidad de nuestro continente, preferimos no callarnos y sumarnos a la búsqueda entre todos de los caminos para lograr esos objetivos.