22.1.08

La política del miedo no sirve

El periodista Oscar Raúl Cardozo asumió autocríticamente -Clarín del 12 de enero- errores cometidos por él al desarrollar hipótesis no correctas relacionadas con Chavez y las secuestradas colombianas. Dice que
Aquí se impone una aclaración: los periodistas nunca terminamos de aprender lo riesgoso que es poner en marcha la lengua frente a un micrófono o los dedos sobre el teclado sin antes encender las neuronas. Y también tenemos la costumbre no muy honesta de intentar “contar las costillas” en las osamentas de otros, siempre pretendiendo que no sabemos cuántas tiene la propia.
Bienvenida esta postura independiente. Sería encomiable que sus colegas se contagiasen de esta franqueza y comenzaran a ejercer con objetividad el rol de informar.

Esto es válido también para los dirigentes políticos que nos quieren vender gato por liebre, presentándonos a EE.UU. como si fuera el país ejemplar. No les vendría mal pegarle una leída a Madeleine Albraight, ex secretaria de Estado norteamericana, quien en la misma página, en una nota con el sugestivo título de "La política del miedo no sirve", señala entre otras cosas que (las negritas son del original):
La Casa Blanca nos exhortó a adoptar una cultura del miedo que comprimió nuestra política exterior.
y agrega más adelante:
Creo que Estados Unidos sigue siendo el mejor país del mundo, pero también creo que hemos desarrollado una peligrosa falta de conciencia de nosotros mismos. Nada de armas nucleares, decimos, cuando poseemos el arsenal más grande del mundo. Respetar la ley, exigimos, a la vez que ignoramos las Convenciones de Ginebra. Están con nosotros o en contra de nosotros, declaramos, cuando en realidad ignoramos el impacto de nuestras acciones en Turquía y Oriente Medio. No injerencia en Irak, advertimos, con nuestras tropas ocupando Bagdad. Cuidado, fuerzas armadas chinas, gritamos, mientras gastamos tanto en defensa como todo el resto del mundo junto. Hay que honrar el futuro, predicamos, y al mismo tiempo somos desertores en materia de cambio climático.

16.1.08

¿No nos une el amor sino el espanto?

Aparente defensora de la ética y la moral si las hay, la Carrió cuenta como una de sus aliadas más expuestass mediáticamente a Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, ex ministra con una causa abierta... por denuncia de la misma Carrió.

La denuncia judicial fue presentada por Carrió, Graciela Ocaña (hoy en el gobierno en el Pami y próximamente ministra de Salud), Mario Cafiero (alejado del ARI) y el ya fallecido Alfredo Bravo, con el patrocinio del abogado José
Luis Fabris, en contra de la decisión del entonces presidente De la Rúa de
intercambiar los bonos del denominado “megacanje” –una operación que se concretó entre mayo y junio de 2001- por préstamos garantizados, en noviembre de ese crítico año.

Consultados por La Política Online, Mario Cafiero y el abogado José Luis Fabris confirmaron que la causa sigue su curso, lo que no pareció ser impedimento para que Carrió sellase su acuerdo electoral con Bullrich. “Ningún ministro que firmó podía ignorar las implicancias del decreto de necesidad y urgencia”, explicó Fabris.
El letrado agregó que Cavallo se vio obligado a impulsar la firma del decreto al no poder incluir en los denominados “superpoderes” la facultad de utilizar la recaudación fiscal para el pago de la deuda pública. En esa línea, calificó de “megaestafa” los préstamos garantizados por tratarse de “contratos que duran 30 años, y que si por alguna razón dejan de ser pagados obligan al deudor (en este caso el Estado nacional) a pagar la totalidad del bono originalmente canjeado”.

Una prueba más, si era necesario, de que la Carrió representa acabadamente a la derecha local.
Es probable que si se la consulta al respecto, diga como cierto cuadro de la derecha norteamericana ¨Si, la Bullrich es una XXXX , pero es nuestra XXXX¨.

2.1.08

Arrepentimientos

Allá en los albores de la democracia, cuando todavía el Partido Militar confiaba en zafar de lo que vino luego con Kirchner y ocultaba su impunidad tras los pliegues seudocristianos de un perdón sin arrepentimiento, en una sonada puesta en escena televisiva don Mariano Grondona hizo un público arrepentimiento de su adscripción al golpismo.
Pero hete aquí que a fin del año que acaba de terminar, se despachó en su columna habitual de "La Patria", como le gusta llamarla a Homoeconómicus, con lo siguiente:

"La estrategia kirchnerista del poder total es más sutil pero tiene, también, su lado oscuro. Ocurre que aquí, a la inversa que en Venezuela, no cuentan los militares. El propio Kirchner se encargó de asegurarlo con una purga nunca vista a pocas horas de asumir. ¿Qué pasaría entonces si en alguna crisis, viéndose perdida, el ala "ultra" del kirchnerismo intentara un asalto directo al poder? ¿Quiénes la contendrían? Sin Fuerzas Armadas a la vista, sólo quedarían con las armas en la mano esos piqueteros a los que Chávez no ha hecho otra cosa que financiar."
Nada sorprendente, ya que este letrista vocacional de varias bandas adictas al metal (al vil metal...) que fue dirigente estudiantil, militante de la Acción Católica, seminarista, abogado, aspirante a periodista, columnista, golpista, político, funcionario del Ministerio del Interior, propagandista, profesor de la Escuela Superior de Guerra, asesor militar, planificador de la política exterior argentina, hombre de la televisión, coequiper de Bernardo Neustadt, asesor de la Fuerza Aérea durante la última dictadura, defensor apasionado del dúo Videla-Martínez de Hoz, analista favorito en la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires, empleado jerárquico de la familia Somoza, frustrado miembro del directorio de un banco, profesor visitante en Harvard, selló esos lazos con un matrimonio de conveniencia comercial entre su hijo y el de Martinez de Hoz que suele representar a lo más granado del capital concentrado y foráneo, como puede verse aquí.
A la hora de elegir bando no se equivoca, y sería conveniente tomar nota de que ya se arrepintió de haberse arrepentido.